Facundo Valverde, vínculo con la Escuela de Cajal
El neurocientífico español, fallecido a los 85 años, se formó con un discípulo del ganador del Nobel y tuvo un impacto internacional con sus estudios sobre la corteza cerebral
El neurocientífico Facundo Valverde, investigador durante casi
cuatro décadas en el Instituto Cajal (CSIC). Colección familiar
El destacado neurocientífico Facundo Valverde falleció en Madrid el 13 de noviembre de 2020, como consecuencia de una insuficiencia cardiaca. Aunque nacido en Madrid, a donde regresó para estudiar Medicina, Facundo Valverde pasó su infancia entre Cartagena y la albaceteña Sierra del Taibilla. De aquella época data su interés por las ciencias naturales, en general, y por el origen de la especie humana, en particular. Estudió la carrera de Medicina en Madrid entre 1953 y 1959 y, nada más terminarla, decidió consagrarse a la investigación sobre el sistema nervioso. Realizó su tesis en el Instituto Cajal bajo la codirección de Fernando de Castro Rodríguez —uno de los últimos discípulos directos de Santiago Ramón y Cajal, a la sazón, el único vínculo activo en aquel momento en España de lo que fue la Escuela de Cajal— y del biofísico Antonio Fernández de Molina, dedicada al estudio de la histología y conexiones de los núcleos amigdalinos, defendiéndola en 1962. Durante su realización, el CSIC le concede el Premio Santiago Ramón y Cajal, por su trabajo sobre la estructura de la formación reticular del troncoencéfalo.
Becado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU, entre 1963 y 1965 trabajó bajo la dirección del profesor Sandy L. Palay (Universidad de Harvard), uno de los mayores expertos de la época en microscopía electrónica. Durante su estancia en Boston, Facundo Valverde terminó su famoso libro Studies on the Piriform Lobe (Estudios sobre el lóbulo piriforme), publicado en 1965 por Harvard University Press.
Ese año regresó a España para volver a trabajar al Instituto Cajal, no abandonando ya este centro del CSIC hasta su jubilación en 2003, a excepción de un corto periodo (1968-1969) en que fue profesor de Histología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
Entre 1966 y 1970, Facundo Valverde estudió los fenómenos de plasticidad neuronal derivados de la deprivación sensorial en ratones recién nacidos. Esta pionera línea de investigación demostró cómo la deprivación visual generaba cambios drásticos en el número y disposición de las espinas dendríticas de las neuronas piramidales de la corteza visual, única estructura que se veía alterada en todo el cerebro. A su vez, estos estudios implicaban a las espinas dendríticas en procesos de memoria y aprendizaje.
Facundo Valverde fue uno de los profesores de investigación más jóvenes del CSIC
Entre 1970 y 1980, Facundo Valverde trabajó en la estructura y conexiones de la corteza cerebral de los mamíferos. En 1971, contribuyó de forma significativa a conocer las dimensiones y composición de las denominadas columnas corticales, estructura anatómica descrita en 1949 por Rafael Lorente de Nó(otro de los últimos y más brillantes discípulos directos de Cajal) y Vernon Mountcastle, que demostró su funcionalidad electrofisiológicamente, sentándose las bases indispensables para los estudios de las columnas de dominancia ocular realizados por David Hubel y Torsten Wiesel, que les llevaría a conseguir el Premio Nobel en Fisiología o Medicina de 1981. Dentro de estas columnas, Valverde demostró que, además de las células piramidales de proyección, están implicadas una gran variedad morfológica de células de axón corto y que, desde un punto de vista morfológico y probablemente funcional, son distintas para cada especie.
Posteriormente, Facundo Valverde estudió un tipo neuronal descrito en 1981 por el neurocientífico húngaro János Szentágothai y el británico Michael Arbib: las células en candelabro, unas de las interneuronas de efecto inhibidor más potente en la corteza cerebral. Sus estudios demostraron que esta tipología celular se encuentra en todos los mamíferos estudiados, desde insectívoros hasta primates, incluido el ser humano.
A partir de 1986, Facundo Valverde vuelve sus intereses hacia el sistema olfativo, sobre el que publicará numerosos artículos sobre su desarrollo temprano, anatomía comparada (una de las pasiones de Valverde) y la estructura del bulbo olfativo. En 1995, describe una tipología glial específica del sistema olfativo, las células envolventes, que posteriormente han sido utilizadas para estudios de regeneración nerviosa en lesiones medulares. En 1996, del laboratorio de Valverde salió el importante trabajo de su colaborador Juan A. de Carlos [uno de los firmantes de este obituario], pionero en la descripción del origen de las células corticales con migración tangencial durante el desarrollo, fenómeno que, alterado, da lugar a importantes patologías neuropsiquiátricas, como se ha podido comprobar posteriormente. En 1998, Facundo Valverde publica su famoso Golgi Atlas of the Postnatal Mouse Brain (Atlas del cerebro del ratón postnatal hecho con el método de Golgi, Springer-Verlag).
En 1970, el CSIC le distinguió con un segundo Premio Santiago Ramón y Cajal en Biología y, en 1971, con el Premio Francisco Franco en Ciencias. En el año 2000 recibió la Neurona de Plata que entrega el Instituto Cajal. Pero quizá la mayor distinción que recibió Facundo Valverde fue el Premio Rey Jaime I de Investigación, galardón conseguido en 1992.
Facundo Valverde fue un investigador brillante, pero individualista, poco dado a trabajar en equipo. Fue uno de los profesores de investigación más jóvenes del CSIC y durante toda su carrera solamente dirigió dos tesis doctorales, las de Juan A. de Carlos y Laura López-Mascaraque, que pasaron directamente a convertirse de doctorandos a sus más íntimos colaboradores. Dentro de la producción científica de Facundo aparecen diversas publicaciones firmadas con otros científicos, casi siempre debido a colaboraciones esporádicas, pues ninguno de ellos trabajó en su laboratorio bajo su supervisión.
Facundo Valverde fue uno de los neurocientíficos españoles más relevantes de los últimos cincuenta años, por entronque y trabajo, uno de los pocos dignos de considerarse Escuela de Cajal después de los discípulos directos del Maestro. Descanse en Paz.
Juan A. de Carlos, discípulo de Facundo Valverde, y Fernando de Castro Soubriet, nieto de Fernando de Castro Rodríguez (1896-1967), son investigadores del Instituto Cajal (CSIC)